Dudan que nuevos precios e inventarios se mantengan (Puestos de trabajos pueden desaparecer)
Compradores disfrutan el momento y sospechan que las medidas no durarán
Centenares de personas acudieron a tienda EPA de Los Próceres para aprovechar los nuevos precios fijados por las autoridades GEORGINA SVIEYKOWSKY
ROBERTO DENIZ | EL UNIVERSAL
lunes 18 de noviembre de 2013 12:00 AM
La agitación se mantiene en las calles. Primero fueron los electrodomésticos, luego los juguetes y artículos de navidad, y ahora la atención está en los productos de ferretería.
Ayer centenares de personas acudieron a la sucursal de EPA ubicada al lado del Centro Comercial Los Próceres en Caracas. A las afueras del establecimiento se exhibían unos grandes carteles que informaban la rebaja de precios decretada por las autoridades.
Los recortes iban desde 70% en productos como los tornillos para concreto, metal o madera, hasta 30% en productos de electricidad, construcción, pintura y artículos de limpieza. En otros casos, como los martillos y los "electrodomésticos menores", la disminución de precios fue de 50%.
Entre los consumidores había una mezcla de alegría por los nuevos precios, pero también dudas por lo que ocurrirá en los próximos meses.
"Las medidas son buenas si se proyectan en el tiempo, deben garantizar que para el próximo año se mantengan los productos y los precios", afirmó Francisco García, quien realizó una cola de casi tres horas para ingresar a la ferretería. "Yo no compré televisores, ni neveras la semana pasada, estoy comprando lo que necesito", acotó.
El Presidente de la República ha instado a la población a frenar el furor por el consumo que se ha desatado a raíz de las medidas adoptadas por el Ejecutivo nacional. "A bajarle dos al consumismo, a estar tranquilos, a disfrutar de la familia", ha dicho Nicolás Maduro.
Pero el llamado a la calma no convence a los consumidores y muchos prefieren hacer las largas colas ante la duda de si se mantendrán los precios o si se agotarán los productos.
"En enero supongo que habrá cosas que van a faltar", dijo Greicy Chaparro. Ella esperó más de tres horas para entrar a las instalaciones de EPA en Los Próceres. Las estanterías del local aún lucían repletas de mercancía, aunque a las 2 de la tarde ya se habían agotado los equipos de aire acondicionado y las bicicletas Giselle para niños, entre otros productos.
"Hay rubros en los que a lo mejor había una ganancia desproporcionada, pero tampoco sé cuál es el parámetro de cada rubro", agregó Chaparro.
La señora Daritza Cabeza tiene la misma preocupación. "Realmente me preocupa mucho, como economista que soy, por cuanto sé que es difícil reponer inventarios en el corto tiempo, aunado a que todo es importado y no se consiguen las divisas". Cabeza había llegado a la sede de EPA a las 8 de la mañana y esperaba adquirir algunos productos para la vivienda que está construyendo en Puerto Ordaz.
"Vamos a tener un país desolado y un nivel de desempleo alto porque muchas empresas se van a ir", insistió Cabeza.
¿Y después qué?
Entre los trabajadores de los comercios que han tenido que rebajar bruscamente sus precios también hay preocupación. "Esto es la quiebra, es pan para hoy y hambre para mañana", resumió un trabajador de EPA en Los Próceres, que prefirió reservar su identidad.
Aunque destacó que aún no han podido reunirse con la directiva de la empresa, se mostró preocupado por el futuro.
La semana pasada trabajadores de otros establecimientos intervenidos por las autoridades también expresaron el mismo temor. "Estamos a la expectativa, muy preocupados porque somos familias que dependemos de un sueldo, de un 15 y un último (...) Se acabarán los stocks pero qué va a pasar con nosotros es la pregunta que más de uno de los muchachos se hace", afirmó el pasado miércoles Luis Herrera, encargado de Pablo Electrónica.
Tras la orden que dio el Presidente de la República de vaciar los anaqueles de Daka, la medida se fue extendiendo a otros comercios en todo el territorio nacional.
Ayer centenares de personas acudieron a la sucursal de EPA ubicada al lado del Centro Comercial Los Próceres en Caracas. A las afueras del establecimiento se exhibían unos grandes carteles que informaban la rebaja de precios decretada por las autoridades.
Los recortes iban desde 70% en productos como los tornillos para concreto, metal o madera, hasta 30% en productos de electricidad, construcción, pintura y artículos de limpieza. En otros casos, como los martillos y los "electrodomésticos menores", la disminución de precios fue de 50%.
Entre los consumidores había una mezcla de alegría por los nuevos precios, pero también dudas por lo que ocurrirá en los próximos meses.
"Las medidas son buenas si se proyectan en el tiempo, deben garantizar que para el próximo año se mantengan los productos y los precios", afirmó Francisco García, quien realizó una cola de casi tres horas para ingresar a la ferretería. "Yo no compré televisores, ni neveras la semana pasada, estoy comprando lo que necesito", acotó.
El Presidente de la República ha instado a la población a frenar el furor por el consumo que se ha desatado a raíz de las medidas adoptadas por el Ejecutivo nacional. "A bajarle dos al consumismo, a estar tranquilos, a disfrutar de la familia", ha dicho Nicolás Maduro.
Pero el llamado a la calma no convence a los consumidores y muchos prefieren hacer las largas colas ante la duda de si se mantendrán los precios o si se agotarán los productos.
"En enero supongo que habrá cosas que van a faltar", dijo Greicy Chaparro. Ella esperó más de tres horas para entrar a las instalaciones de EPA en Los Próceres. Las estanterías del local aún lucían repletas de mercancía, aunque a las 2 de la tarde ya se habían agotado los equipos de aire acondicionado y las bicicletas Giselle para niños, entre otros productos.
"Hay rubros en los que a lo mejor había una ganancia desproporcionada, pero tampoco sé cuál es el parámetro de cada rubro", agregó Chaparro.
La señora Daritza Cabeza tiene la misma preocupación. "Realmente me preocupa mucho, como economista que soy, por cuanto sé que es difícil reponer inventarios en el corto tiempo, aunado a que todo es importado y no se consiguen las divisas". Cabeza había llegado a la sede de EPA a las 8 de la mañana y esperaba adquirir algunos productos para la vivienda que está construyendo en Puerto Ordaz.
"Vamos a tener un país desolado y un nivel de desempleo alto porque muchas empresas se van a ir", insistió Cabeza.
¿Y después qué?
Entre los trabajadores de los comercios que han tenido que rebajar bruscamente sus precios también hay preocupación. "Esto es la quiebra, es pan para hoy y hambre para mañana", resumió un trabajador de EPA en Los Próceres, que prefirió reservar su identidad.
Aunque destacó que aún no han podido reunirse con la directiva de la empresa, se mostró preocupado por el futuro.
La semana pasada trabajadores de otros establecimientos intervenidos por las autoridades también expresaron el mismo temor. "Estamos a la expectativa, muy preocupados porque somos familias que dependemos de un sueldo, de un 15 y un último (...) Se acabarán los stocks pero qué va a pasar con nosotros es la pregunta que más de uno de los muchachos se hace", afirmó el pasado miércoles Luis Herrera, encargado de Pablo Electrónica.
Tras la orden que dio el Presidente de la República de vaciar los anaqueles de Daka, la medida se fue extendiendo a otros comercios en todo el territorio nacional.
Nota el texto entre paréntesis es de ac.capitalhumano@gmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario